Devocional miércoles 1 de enero 2025.
Buenos días. Les saluda el pastor David Aranda en este primer día del año 2025, deseando que hayan pasado unas felices fiestas decembrina en compañía de su familia y seres queridos. En este inicio de año como Iglesia Palabra de Vida estaremos estudiando en la escuela dominical el libro de Génesis.
Génesis es el nombre que se le dio al primer libro de la Biblia, el primero de los cinco libros que escribió Moisés. En la Biblia hebrea, este libro tiene el nombre de la primera palabra del libro mismo: “En el principio”. “Génesis” es una palabra griega que significa “origen”, y es un nombre muy apropiado. Este primer libro de la Biblia nos informa sobre el origen del universo y de la raza humana; describe los trágicos detalles del origen del pecado y sus terribles consecuencias. Génesis también relata el origen de la obra misericordiosa de Dios para deshacer el daño que el pecado le causó a su creación, y que comienza con la promesa del Salvador. La sección más larga del libro de Génesis (capítulos 12–50) describe el origen de Israel, el pueblo especial de Dios.
Este importante libro de los orígenes no pretende ser un libro de historia universal del mundo antiguo; el propósito específico de Génesis es describir la actividad salvadora de Dios. Génesis es el primer capítulo de la magnífica historia de la operación de rescate que hizo Dios, a la que nosotros llamamos “plan de salvación”. El próximo domingo, en la escuela dominical esteremos dando un repaso general de toda la historia de la redención en Génesis. En este devocional, estaremos reflexionando sobre Génesis 1:1 a 2:3.
La creación del mundo (1:1–2:3)
El relato de la creación es el punto lógico para empezar Génesis, porque explica el principio del universo. Estos primeros versículos han recibido mucha atención por parte de la ciencia, lo cual era de esperarse. Pero el pasaje también es un tratado teológico, porque establece el cimiento del resto del Pentateuco.
Al escribir este libro para Israel, Moisés deseaba mostrar a Dios como el fundador y creador de todo tipo de vida. El relato muestra que el Dios que creó a Israel es el mismo que creó al mundo y a todos los que habitan en él.
El relato revela que Dios es un Dios redentor. Aquí se registra cómo creó el cosmos a partir del caos, cómo convirtió las tinieblas en luz, la división que hizo entre ellas, la forma en que cambió la maldición en bendición, y cómo transformó lo que era malo y oscuro en algo santo. Aquél que hizo que la luz alumbrara en medio de las tinieblas, también hizo que su luz brillara en el corazón de los creyentes (2 Co. 4:6), de tal modo que se convirtieran en nuevas criaturas (2 Co. 5:17).
La historia de la creación nos enseña mucho acerca de Dios y de nosotros mismos. Acerca de Dios aprendemos que él es el creador de todas las cosas y como creador es diferente a su creación, Dios es eterno y controla al mundo. Acerca de nosotros mismos aprendemos que, ya que Dios decidió crearnos, somos valiosos ante sus ojos.
Si alguna vez te has preguntado cómo surgió nuestro mundo, en Génesis encontramos la respuesta: Dios creó la tierra y todo lo que en ella existe, e hizo a la humanidad a su imagen y semejanza. Aunque no podemos comprender la complejidad de cómo lo hizo, una cosa es clara: Dios creó la vida. Este hecho nos demuestra su autoridad sobre la humanidad y su gran amor por ella. Nunca sabremos todas las respuestas acerca de cómo Dios creó el mundo, pero la biblia nos dice que él lo creó, y eso es lo que nos debe importar.
Oremos: Padre Santo, gracias por tu creación, porque en todo momento podemos ver tu mano de poder y gloria en nuestro derredor. Al contemplar los cielos, la obra de tus dedos podemos ver tu majestad y poder. Ayúdanos a contemplar la obra de tus manos a cada momento de nuestra vida. Al ver el cielo y las estrellas que tu formaste, al ver nuestra familia, nuestros seres queridos, nuestros hijos. Gracias por tu creación. En el nombre de Jesús.
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