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Devocional 7 de febrero Génesis 7:1-16


7 de febrero



Devocional Jueves 6 de febrero de 2025.

Buenos días. Les saluda el pastor David Aranda en este jueves 6 de febrero de 2025.

El día de hoy estaremos meditando en el pasaje de Génesis 6:13-22.

Dios no le reveló inmediatamente a Noé la forma exacta en que iba a destruir el mundo; esos detalles iban a venir más tarde. Sin embargo, el proyecto de construcción que Dios bosquejó para Noé permitió que él sacara sus propias conclusiones. Debía construir una gran barca de aproximadamente 139 metros de largo (tan larga como un estadio y medio de fútbol), de 23 metros de ancho, y tan alta como un edificio de cuatro pisos (18 metros). Su capacidad de almacenamiento equivaldría aproximadamente a la de un buque de 14,000 toneladas. Tenía tres pisos, cada uno de ellos con 4.5 metros de altura. No se trataba de una nave cuyo propósito fuera navegar del punto A al punto B; esta era una barcaza, una caja inmensa, cuyo único propósito era flotar, para preservar la vida de su preciosa carga.

Para acomodar una gran variedad de pasajeros, el arca debía tener tres niveles. Y para permitir la entrada del aire y la luz, era necesario que hubiera una abertura de 45 centímetros alrededor de la misma exactamente debajo del techo.

Ahora Dios reveló los detalles de su asombroso plan: iba a usar agua para destruir la tierra: “Yo enviaré un diluvio… para destruir todo ser en que haya espíritu de vida debajo del cielo… Esta es la primera mención de “pacto” en las escrituras, y se explicaría mas adelante (9:9-17).

Dios especificó quiénes iban a ir en el arca. Desde luego, lo más importante de todo eran los ocho miembros de la familia de Noé. Debía llevar una variedad de animales y aves a bordo del arca, de modo que la tierra se pudiera poblar de nuevo con ellos después del diluvio. Al principio, Dios le ordenó a Noé que pusiera a bordo una pareja de cada especie.

Las instrucciones finales de Dios fueron sobre la comida de los ocupantes del arca durante los meses que iban a pasar a bordo de ella. Noé debía almacenar comida suficiente para que durara por lo menos un año.

La Biblia no nos dice si Dios usó otro medio para que la obra de Noé fuera más fácil en cuanto a alimentar a los animales. ¿Eran animales adultos, o aun pequeños con poco apetito? Puede hasta parecer posible que algunos animales invernaran durante la larga travesía.

Los últimos versículos del capítulo registran el hecho de que Noé obedeció el mandato de Dios con gusto, lo cual nos trae a la mente la descripción que hizo Moisés de Noé al principio de este capítulo: fue un hombre devoto. Su vida estuvo a la par con su fe. Aquí Noé nos enseña algo. Si nuestra meta en la vida es vivir para la gloria de Dios, entonces, como Noé, viviremos con gozo aprendiendo de la voluntad de Dios y obedeciéndola.

Oremos: Padre Santo y bueno, gracias te doy Señor porque, así como proviste de un medio de salvación en el tiempo de Noé, así has provisto de tu hijo Jesucristo para la salvación de mi vida y mi alma. Señor Jesús, tú eres mi arca, mi salvación, mi refugio en la tormenta. Enséñame, Padre a ser obediente como Noé, para llevar a cabo paso a paso las instrucciones de tu voluntad contenida en tú palabra. Así como Noé caminó contigo en obediencia y fe, así es el deseo de mi corazón caminar contigo. Usa mi vida para llevar a cabo tus planes. Yo quiero entregarme completamente a ti, sólo toma a mi familia en tus brazos y rescátalos de la muerte eterna, así como hiciste con la familia de Noé. En el nombre de Jesús, Amén.

 
 
 

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