Devocional sábado 15 de febrero de 2025.
Buenos días. Les saluda el pastor David Aranda en este sábado 15 de febrero de 2025.
El día de hoy estaremos meditando en el pasaje de Génesis 11:10-26.
El quinto relato, el relato de Sem, nos asegura que el Señor no había perdido el control de la situación.
El relato de Sem es un corto pasaje de las Escrituras y algo no muy entretenido para leer. Es una genealogía de diez personas, que traza la línea del Mesías desde Sem hasta Abraham. De los cinco hijos de Sem (10:22), Arfaxad es el que se distingue como el que llevó adelante la línea mesiánica.
Los diecisiete versículos de este relato cubren siglos de historia. Moisés nos da algunos detalles acerca de los hombres que aquí se mencionan.
El primer detalle que nos llama la atención es el acortamiento de la vida de los patriarcas que vivieron después del diluvio. El lector podrá recordar que, en los siglos anteriores al diluvio, la mayoría de los antepasados del Mesías vivieron 900 años y hasta más. Compare eso con lo que lee aquí: Sem, el primero y el más longevo de los patriarcas después del diluvio, vivió sólo 600 años y su hijo vivió únicamente 430 años. En la época de Peleg (la época de la torre de Babel, 10:25) la vida se redujo a la mitad. Abram, el décimo en la lista, vivió sólo 175 años.
No sabemos las razones del acortamiento de la vida de la raza humana, pero es suficiente saber que Dios sí lo sabe.
Lo que sí sabemos, y esto es lo importante del “relato de Sem”, es que veinte generaciones fueron y vinieron, y Dios no se olvidó de sus promesas. La familia del Mesías no se extinguió. El Señor había encontrado una semilla que le serviría. ¿Su nombre? Abram, que más tarde fue llamado Abraham.
Oremos: Gracias Señor, porque puedo confiar al leer tu palabra que eres fiel a tus promesas. Ayúdame a aferrarme a esas promesas que me has dado en tu palabra. La más importante, enviaste a tu hijo Jesucristo para que todo aquél que en él cree no se perderá sino tendrá vida eterna. Tu mano de poder preservó la vida de generación a generación de cada persona de donde descendería el Salvador de la humanidad. Enséñame, Señor a confiar en ti en el nombre de Jesús, Amén.Devocional 15 de febrero. Génesis 11:10-26
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